viernes, 12 de junio de 2009

La escuela como un espacio para la formación y el aprendizaje. (3)

La escuela tiene una doble percepción como lugar para la formación vs lugar para el aprendizaje, está diseñada para preservar cuidadosamente las costumbres, la tradición y la historia de la época. La escuela no es solo un lugar físico, sino también es un lugar que forma desde el pensamiento, es un lugar para aprender, por medio de su propio objeto imaginado, es decir, su manera de operar en las mentalidades de otros a través de los símbolos lo que legitima su pertenencia e identidad.


En la escuela los sujetos construyen la potencialidad de ser escolares y al ser entendidos como tal, empiezan a crecer dentro de la misma, lo que hace que la escuela sea real ya que la usan, la habitan, la realizan, la actualizan.


La educación forma y la escuela es el escenario para que se ensayen formas concretas de transmisión de conocimientos y de moldeamiento, por lo que se requiere una implicación activa del alumno (a) en el proceso de aprendizaje, mayor atención a las destrezas emocionales e intelectuales para que puedan asumir las responsabilidades en un mundo que de constantes cambios.

La escuela es una experiencia decisiva en el aprendizaje por lo tanto, también lo es en sus estructuras espaciales, en su espacio organizado.

De ahí la importancia de que existan aulas especializadas con muchos recursos y comodiades, es decir, generar espacios escolares adecuados para su aprendizaje. Que estos espacios no sean cerrados, ni vigilados, ni controlados; que la enseñanza deje de ser vertical, es decir, que el saber no solo radique en el maestro.


Hay que tener en cuenta que los espacios escolares son fundamentales en el poder, el saber, la autoridad, el reglamento, la disciplina y la evaluación lo que generará transformaciones políticas, económicas, sociales y tecnológicas de ahí la importancia que dentro del curriculum escolar se incluyan estrategias que permitan un aprendizaje de calidad y si es necesario se hagan cambios de diseño, y funciones para que el alumno perciba a la escuela como un espacio para aprender y como un lugar de no encierro, sino de libertad, expresión, paz y alegría.


Bibliografía


Bocanegra Acosta, E. (2008). Del encierro al paraíso. Imaginarios dominantes en la escuela colombiana contemporánea: Una mirada desde las escuelas de Bogotá. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, (6), 339-344. Recuperado Abril 18, 2009 de http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=77360111&iCveNum=10294

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